LINIERS 0 MIDLAND 1

LINIERS NO LEVANTA CABEZA


En la previa y por los antecedentes de ambos equipos el partido pintaba duro, áspero y cerrado. La realidad se acercó bastante a lo previsto. Liniers, en un partido muy chato, a pesar de haber hecho méritos para no irse con las manos vacías pagó elevado precio a su falta de claridad ofensiva.

El primer tiempo fue para el olvido. La pelota iba y venía por lo alto de un sector a otro de la cancha, las ideas brillaban por su ausencia y las infracciones estuvieron a la órden del día. Liniers siempre trató de tomar la iniciativa, pero la presión de Midland le redujo los espacios y Ruíz no tuvo la libertad necesaria para desequilibrar; únicamente cuando la pelota pasó por los pies de Palmerola se pudo esperar algo distinto, moviéndose tanto por izquierda como por derecha. Los primeros acercamientos hacia los arcos se produjeron a través de tiros libres y un par de llegadas de relativo peligro tuvo Midland, pero sin establecer ninguno de los equipos supremasía sobre el otro.

La jugada decisiva del partido se produjo apenas iniciado el complemento, cuando Segovia tomó dentro del área a Villalva y el árbitro señaló la pena máxima. Incorrectamente amonestó a Figueroa. Con categoría Baigorria convirtió. La historia necesariamente cambió para Liniers, que sin desesperarse, apostó con el ingreso de Casais por Cuevas (que arrastraba un fuerte golpe desde el primer tiempo) a lograr una mayor agresividad. Cerca del cuarto de hora La Topadora contó con un par de situaciones, en las que Ruíz fue principal protagonista, y también el arquero Barrera, sacando un remate sobre el travesaño y desviando un fuerte tiro libre del enganche celeste. Casais también de media distancia hizo estremecer el arco visitante. Pero Midland con oficio y muchas mañas, fue sobrellevando el trámite. El ingreso del debutante Brian Fort fue otra preocupación para la bien plantada defensa visitante. Faltando diez minutos se produjo la situación más clara para el empate: Combinaron Romero y Casais, que envió centro al área, peinó Fort habilitando a Varela, que sólo frente al arquero remató desviado. Por la concepción de la jugada mereció ser gol. Pero fue un oasis en medio del desierto. Liniers no pudo romper el cerrojo visitante y terminó preocupado, a pesar de no merecer la derrota. Fue de esos partidos en el que “hace un gol gana”, y encima fue hecho de penal.
Ya en el debut frente a Laferrere consignamos los problemas ofensivos que el equipo evidenció, que podían agudizarse cuando necesitara ser protagonista para ir a buscar un resultado. A veces sumar delanteros no es solución, tal vez en esta oportunidad el ingreso de Nilo Vigna podía haberle dado al celeste la cuota de fútbol de la mitad hacia adelante que estuvo ausente, o al menos generar infracciones cerca del área. Otra alternativa que no debe desdeñarse es defender con línea de tres cuando la necesidad se hace imperiosa. Como hechos positivos aparece la consistencia demostrada del medio hacia atrás. Midland ganó el partido casi sin tirar al arco. Luego del penal convertido, en ningún momento volvió a llegar al arco celeste. Recordamos que tampoco Laferrere en el primer partido tuvo llegadas claras.

Todas son experiencias y ésta seguramente lo será para Liniers, que con un plantel renovado deberá profundizar su trabajo en busca de lograr el desequilibrio ofensivo que le permita primero generar situaciones y luego convertirlas. Por ahora, en el aspecto ofensivo, el equipo está en deuda. Sin poder de fuego.

Víctor Marinelli