TALLERES R.E.

DE CAPA CAÍDA

No hay caso. Pasan los partidos. Se suman minutos de juego y sin embargo los errores persisten. Este sábado esos graves inconvenientes técnico/ tácticos permitieron el triunfo de Excursionistas que presentó un equipo integrado en gran mayoría por suplentes, a punto tal que entre los relevos estuvieron seis de los habitualmente titulares. Y sin embargo, casi sin proponerselo -ya con el empate estaban mas que conforme los de Gustavo Cisneros- la visita se llevó un triunfo que profundiza mas el mal momento que vive el Albirrojo.

Mas allá de los errores de Gastón Iglesias -de muy mal arbitraje- la derrota fue culpa de las propias falencias que ya parecen crónicas: iban cuatro minutos cuando el mejor del visita, Adrián Pelossi, desbordó por derecha y mandó un centro para que con toda facilidad Gerardo Castro cabeceara ante las miradas de Diego Bordón, Angel López y otra vez un errático Marcos Fernández. Después fue, lo empató y tuvo a la figura: Jonathan Lezcano, veloz, habilidoso, encarador, impredecible, el Coco jugó un aceptable primer tiempo y un estupendo complemento donde sólo le faltó convertir para coronar su gran tarde. Pero ni contando con el As de Espadas, le alcanzó a este Talleres…Quedó dicho: lo del árbitro fue muy malo, un pésimo arbitraje de Gastón Iglesias que entre otras equivocaciones debió expulsar a Gustavo Sosa -el central ex Dock Sud y Armenio- que castigó con dureza a Lezcano, ya tenía amarilla y en lugar echarlo, de manera incomprensible le mostró a la amarilla a Manuel García Olmos.El partido se terminaba y se encaminaba al empate, que era negocio para Excursionistas.


Llegó la ejecución de una pelota parada sobre el área local, jugaron al offside ¿Quedó habilitando Mallemaci? Lo cierto, lo real, lo cierto es que tres futbolistas se vieron solos ante las dudas de Fernández y fue García Olmos el que cerró la historia. Desde nuestra posición -y ahí estaban la mayoria de los medios- sólo se puede hablar de sensaciones, no de certezas por eso se prefere optar por la duda, nuestra sensación es que la acción fue lícita. A partir de ahí: protestas, quejas, mas protestas, insultos de afuera, impotencia y reclamos adentro, festejos visitantes.Comienza a partir de aquí una carrera contra el tiempo. Los plazos para subsanar tantos errores pueden acortarse drásticamente si no hay respuestas a corto plazo. Por ahora Ruggero no le encontró la vuelta a este equipo y la gente hizo sentir y fuerte su descontento hacia el DT. Arriba se depende del talento de Coco o la capacidad goleadora de Brunetti y alguna aparición de Doracio, pero no se percibe una estructura. Y hasta el momento los futbolistas llegados de Liniers, salvo alguna excepción –Juan Brunetti- no rindieron como Talleres lo necesita. Esa es la realidad. ¿Tendrá remedio?

JORGE MASTRUZZO