ITALIANO 1 - 2 EL PORVENIR

NI POCO NI DEMASIADO

Un Italiano en formación. Ni mas ni menos que lógico en un equipo armado de apuro porque era muy escaso el tiempo disponible para el debut. Entonces llegaron mas de quince refuerzos, se debutó con un equipo enteramente renovado -once debutantes- y se ganó de visitante en Luján. Pero claro, después llegó otra realidad: otro rival mucho mas estructurado y con mejores valores: El Porvenir y ahí, la diferencia se notó.

Un Italiano en formación. Es imposible formular juicios terminantes a esta altura con un torneo extenso que recién comienza a despuntar. El viernes se vieron dos equipos. Uno, el del primer tiempo muy alejado de lo soñado, con errores en todas su lineas fundamentalmente en el medio o que nunca pudo hacerse de la pelota y entonces los delanteros estuvieron aislados y los defensores también tuvieron errores que costaron caro. El doble cinco no funcionó: gue ucho mas Solpán en el complemento sin Perelman. Fue mucho mas Mariano Díaz arrancando con tres que haciéndolo mas adelantado. Todas cuestiones a tener en cuenta a futuro.

Las pelotas paradas es otro tema: no parece la mejor elección que un goleador como Cobelli se haga cargo de las mismas cuando están sin ninguna posibilidad de apuntarle al arco ni tampoco un futbolista como Perelman que no se caracteriza por la precisión de su pegada.

También está a resolver el tema del segundo marcador central, Ezequiel Soliño no es por características el mas indicado en esa ubicación.

El segundo tiempo fue otra historia pero sobre todo en el cuarto de hora final después del golazo de tiro libre de Cobelli. Despertó Italiano, ganó la pelota en el medio con el empeño de Heredia y Gauna por afuera con las trepadas de Mariano Díaz y sobre todo con la peligrosidad de Cobelli que además del gol, tuvo otro tiro libre y un cabezazo y una media vuelta que bien pudieron transformarse en empate.

En síntesis un partido interesante con un equipo, El Porvenir, que juega pelota al piso y crece sobre todo cuando se enciende su jugador mas talentoso, Ezequiel Arguello. Pero cuando Italiano le robó el útil y le opuso entusiasmo, ritmo y un goleador de raza, la mano cambió y se vio que la superioridad no era tan real, sino que se debía a factores antes mencionados y descriptos.

Con la pelota en su poder Italiano fue otro equipo. Supo a que jugar. Lástima que sólo fueron quince minutos y el pitazo final de Giménez le dijo basta a los sueños de empate.

Claros y oscuros de tarde de fútbol en un campo que deberá ser arreglado cuanto antes, con los tifosi que alentaron con entusiasmo y valoraron el esfuerzo del equipo y la convicción que partido a partido el Azzurro pueda ir creciendo. Así sea.

JORGE MASTRUZZO (FOTO)