Sp. Italiano 0 vs Central Córdoba 2:


Central Córdoba no especuló, venció a Italiano 2 a 0 de visitante y ascendió a la Primera B Metropolitana. El Azzurro, tras la igualdad en la ida y a pesar de tener ventaja deportiva, jugó muy mal y vuelve a Primera C luego de 40 años. Arbitraje muy dudoso de José Carreras.

Luego del partido en Rosario, el cual igualaron 1-1, el equipo visitante debía ganar si o si para obtener el ascenso. A Italiano, en cambio, le alcanzaba con una igualdad para mantener la categoría.

El partido comenzó muy friccionado. Ambos conjuntos tenían, aunque lo disimularan, los nervios comunes de una final. Pero fue el visitante quien supo manejarlo mejor ya que al primer minuto tuvo un córner y eso reflejaba la presión ejercida. Porque en ningún momento revoleó la pelota e intentó jugar por abajo, a pesar del mal estado de la cancha. Italiano, desordenado, no armaba juego colectivo y dependía de la individualidad de Verón, el más habilidoso de la cancha y el único que dejaba un poco de ilusión para el local. Central Córdoba, muy ordenado, se dedicaba a buscar los espacios, que escaseaban debido a que el Tano tampoco salió a ganarlo. Pero en realidad fue aburrido. No hubo chances claras de ninguno de los dos. El Charrúa impuso aproximación, pero Anconetani no sufrió sobresaltos. Los de Pascutti perdían el mediocampo y dependían de la mala fortuna de los rosarinos, porque la ofensiva azzurra estaba nula. Pero comenzaron las malas decisiones del árbitro José Carreras, algunas sumamente localistas. Por ejemplo, Britos, ya amonestado, cortó un avance rival parando la pelota con la mano y no fue expulsado. Lo mismo cuando le entró de atrás a Cerutti. Pero sobre el final del primer tiempo, iban a llegar las expulsiones: un incidente entre Lazo y Leonardo Gómez, con agresiones, terminó en una roja para ambos. De esta manera, se iban al vestuario con 10 hombres menos equipos.

El complemento tuvo comenzó tibio. Pasaban los minutos e Italiano se adelantaba en el campo. Pero a los 13 minutos, un pelotazo le cayó a los pies de Figueroa, quien controló muy bien y ante una defensa dormida la colocó muy bien al lado del palo. Delirio total del banco Charrúa y el estadio enmudecido, salvo los gritos de las aproximadas 300 personas que fueron a ver al equipo rosarino. Desde ese momento, pasó lo que se preveía: la visita recostada atrás cuidando el cero en su arco e Italiano desesperado a buscar el empate. Con un gol del Tano, las cosas cambiaban y se quedaba en la B. Pero el buen fútbol y los goles no acompañaron al Azzurro durante toda la temporada. Comenzaron las amarillas y seguían los fallos desfavorables de Carreras, pero ni así el local podía llegar a la igualdad. Un remate de Pinto que pasó cerca del palo fue lo más peligroso que se generó. Comenzaban a crecer las actuaciones de Ronconi y el mismo Verón ponía todo el empeño, recorriendo toda la cancha, pero no alcanzaba. Del otro lado, Salinas y Villagra cumplían una buena labor. Los minutos se consumían y los visitantes comenzaron a hacer pasar los minutos con dolores “inexistentes”, pero ni con el descuento de 4 minutos Italiano pudo aproximarse. Para colmo, a los 44’, Blanco con Italiano tirado al ataque, Maximiliano Blanco pierde la pelota en la mitad de la cancha con Lezcano y éste elude a Anconetani (quien estaba en la mitad de la cancha). El recién ingresado recorre varios metros y define con el arco en solitario. Partido liquidado y sensaciones encontradas: felicidad Charrúa y decepción Azzura. El cielo y el infierno.

TODO ASCENSO en los vestuarios
Marcos Figueroa (Central Córdoba): “Por suerte pude convertir, sirvió para lograr el objetivo y por eso me voy muy feliz para Rosario. Esto es para toda mi familia que me apoya en todo momento conmigo, en las buenas y en las malas. Esto es algo inmenso, todo el plantel estaba muy unido y hoy lo demostramos dentro de la cancha para poder ganar, cuando todos nos criticaban salimos adelante. Nosotros sabíamos que si el árbitro cobraba bien hoy nos íbamos a llevar una victoria, paso lo que paso, fuimos superiores y demostramos que salimos a ganar”.

Luciano Castro (Central Córdoba): “Este grupo se lo merece, luchamos todo el año contra un montón de cosas que no se lo deseamos a nadie y esto es el fin del ciclo y todo salió bien. Ahora tenemos una semana para disfrutar y después pensar en lo que va a ser el torneo de la B Metro porque lo buscamos y lo pudimos lograr. Estar todos juntos en el vestuario festejando es una sensación que no cambiaría por nada, estoy contento de disfrutarlo con la familia, los compañeros y los hinchas. Fue difícil vivirlo de afuera porque uno nunca se imagina salir tan rápido, gracias a Dios los chicos que estuvieron en cancha dieron todo y nos quedamos con el ascenso. Nadie sabe ni se imagina lo que sufrimos nosotros para llegar hasta acá, así que ahora hay que festejar y olvidarse de todo eso malo que pasó”.

Paulo Killer (Central Córdoba): “La verdad que los festejos fueron barbaros porque conseguimos algo impensado hasta hace un mes y medio, no se nos dio por ascenso directo pero el grupo se unió para lograrlo. En el partido de vuelta con Lafe nos dimos cuenta que podíamos, somos un grupo sólido pero por suerte conseguimos este ascenso que es algo grandioso, increíble para nosotros. Fue un partido difícil, teníamos que tratar de estar siempre concentrados, que no nos sorprendan con un gol, creo que fuimos superiores a lo largo de la serie. Quizás creíamos que Britos debió haberse ido expulsado pero pese a eso el juez terminó redondeando una buena actuación. Este torneo fue muy duro, somos un grupo que lamentablemente el club no se encuentra de la mejor manera y a veces se hace difícil, a base de sacrificio y gente que colabora para que salgamos adelante. Buscábamos este ascenso para darle una alegría al club para que empiece a crecer nuevamente y no queríamos que se quede estancado, Central Córdoba merece estar en una situación mejor. Soñé que ascendíamos, que ganábamos, por suerte se dio y contra todos los pronósticos logramos el ascenso y nos convertimos en el primer equipo de la C en lograr ganar una promoción”.

Marcelo Vaquero (DT Central Córdoba): “A partir de que entrabamos en el reducido, nos propusimos juntar un mundial y por suerte ganamos la final. Estamos muy contentos, muy agradecidos a todos aquellos que nos acompañaron. Para mí es un orgullo este ascenso porque como rosarino le damos una alegría a toda la ciudad, tuve posibilidades de irme a otros equipos de Buenos Aires pero di mi palabra y priorice quedarme acá sin saber que este iba a ser el resultado final y es todo una gran alegría. Nosotros creemos que fuimos más que ellos en la serie, en la primera final hubo irregularidades del árbitro que nos perjudicaron e incidieron en el resultado; y en la revancha salimos a ganarlo, tratar de ser prolijos con la pelota por momentos jugamos bien, quizás en el segundo tiempo retrocedimos demasiado pero hay que entender que no se nos podía escapar. Siempre en el fútbol como en todo ámbito de la vida hay que dejar el ego de lado y trabajar en comunidad, pudimos armar un buen grupo y por suerte se cumplió el objetivo que era ascender”.

PARA DESTACAR
Salvador D´Antonio, presidente de Italiano renunció a su cargo finalizado el partido. Recordando también la renuncia de Pascutti, previamente a los partidos de la Promoción.

Destacable la salida del equipo local, que a pesar del descenso, no generó disturbios y se fue en paz.

Matias Forciniti / Juanjo Cavalcante